Equipo
Me licencié en Veterinaria en el año 2011 en la facultad CEU-Cardenal Herrera de Valencia. Poco después, empecé como voluntario en la protectora municipal, donde conocí (y posteriormente adopté) a Loba y donde tuve la oportunidad de realizar un curso de educador y adiestrador canino durante varios meses. Al finalizarlo, pensé: ¿Cómo puedo unir mis 2 pasiones: los animales y la ciencia del comportamiento? La respuesta fue sencilla: estudiando Etología Clínica. Fue así como dejé mi trabajo y me fui a Barcelona a estudiar el Máster correspondiente, para poder tener una formación más completa en este campo.
Un año después, me vine a Galicia donde, junto con Alba, comenzamos la gran aventura de Adetcan. Desde entonces, he seguido formándome a través de cursos, seminarios y congresos para poder aumentar mis conocimientos y permanecer actualizado en esta ciencia que resulta tremendamente apasionante y nos permite ayudar a los perros y gatos y a sus familias para que puedan comprenderse mejor y así facilitar la convivencia conjunta.
Alba Ares
Estudié veterinaria en la Universidad de Santiago de Compostela, en la facultad de Lugo. Durante el segundo año allí, descubrí la etología y me pareció una especialidad muy interesante. Al terminar la carrera, seguía pensando en la posibilidad de formarme más en este campo, pero no lo hice inmediatamente. Estuve realizando prácticas en una clínica y después me fui un tiempo a trabajar y vivir a Portugal. Fue allí, donde hablando con una compañera etóloga, decidí dar el paso y estudiar el Master de Etología, en Barcelona. Mientras estudiaba el máster, aproveché el hecho de vivir en una ciudad con tantas posibilidades, para aumentar mi formación y realicé un curso muy completo de educación canina. Al finalizar me volví a Santiago y con Borja comenzamos con mucha ilusión nuestro proyecto, Adetcan. En estos años he realizado multitud de cursos y he asistido a diferentes seminarios y congresos para seguir formándome y actualizándome en un trabajo que me encanta.
Loba
Soy una pastora mestiza, de unos 9 años de edad. Borja me adoptó de la protectora en la que me encontraba y con él realicé un curso de educación canina donde aprendí un montón de cosas nuevas, y empecé a relacionarme con perros de forma más amable.
Siendo sincera, los perros no me gustaban demasiado y algunas personas, tampoco; pero poco a poco, Borja y luego también Alba me ayudaron a gestionar mejor mis encuentros con ellos. Me enseñaron que el mundo que conocí en la protectora no se corresponde con la vida real, y me ayudaron a reducir mis niveles de estrés, a superar mis miedos y a disfrutar de todo lo que puede ofrecernos la vida y la familia. Desde que empezamos con nuestro proyecto, les ayudo en algunas clases con otros perros, y además les enseño cada día aspectos nuevos sobre el comportamiento de mi especie.